lunes, 8 de mayo de 2017

15 tips para que tus hijos sean líderes

15 tips para que tus hijos sean líderes
Pon en práctica estos consejos para que tus pequeños adopten habilidades de liderazgo y estén preparados para alcanzar el éxito.
Muchos líderes que también son padres deben balancear todos los días la carga de trabajo con las cenas y los juegos familiares. En el camino, muchos de estos líderes-padres saben la influencia que tienen en las mentes más jóvenes. Los niños de hoy son los líderes del mañana, especialmente aquellos cuyos padres son dueños de una empresa.
Aunque algunas personas nacen con características de líder, los niños deben aprender lecciones a lo largo del camino que impacten de manera significativa sus vidas. Las palabras correctas en el momento correcto pueden hacer toda la diferencia.
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Aquí hay 15 tips para ayudarte a formar futuros líderes:
1. Da un buen ejemplo. Como líder, seguramente te das cuenta de la importancia de proporcionar un buen ejemplo para tu equipo. Esto es aún más importante cuando eres padre. Si le permites a tus hijos ver lo bien que puedes balancear tu negocio y tu vida personal, les enseñarás a rendir cuentas a través de un liderazgo efectivo.
2. Motívalo a hacer actividades en equipo. Desde antes, identifica los intereses de tus niños y motívalos a participar en actividades de grupo. Ya sea unirse a los scouts, participar en un deporte o unirse a la banda de la escuela, los niños deben aprender lecciones valiosas sobre el trabajo en equipo.
3. Enfatiza la perseverancia. Los mejores líderes aprenden a manejar el fracaso igual de bien que el éxito. Es importante exponer a los futuros líderes a la decepción en lugar de protegerlos de ella. Los niños necesitan aprender a manejar la pérdida y a seguir adelante cuando el otro equipo gane.
4. Dale habilidades de negociación. Todo buen líder conoce el arte del compromiso. En lugar de decirles a tus hijos “sí” o “no” a una petición, haz una oferta y permíteles refutarla con algunos puntos sólidos. Enséñales a negociar y a nunca rendirse sin pedir algo a cambio primero.
5. Perfecciona sus habilidades de toma de decisiones. Los niños deben aprender a tomar buenas decisiones lo más pronto posible. Trata de reducirlas a dos o tres, como por ejemplo ver una película o jugar en el parque. Mi esposa Kristy dice “Enséñales a medir los pros y contras de cada opción para hacer una decisión más informada. Esto los ayudará a tomar las decisiones correctas todos los días”.
6. Haz que tenga confianza al comunicarse. Cuando vas a un restaurante, ¿ordenas por tus hijos? Puedes convertir una cena simple en un ejercicio para aumentar su confianza haciéndolos hablar directamente con los meseros, de esta forma comunicarán lo que necesitan.
7. Motívalo a trabajar. Muchas veces los niños están ansiosos por empezar a trabajar de alguna forma. Si tu hijo quiere poner un puesto de limonada apóyalo y motívalo. Una vez que sea lo suficientemente grande, podrá tomar más oportunidades laborales como ser niñera o podar el césped. Estos trabajos van a darle herramientas de liderazgo.
8. Mételo a un campamento de verano. Los campamentos están llenos de oportunidades para participar en actividades de equipo. Además, una vez que llegan a cierta edad, le pueden pedir que regrese como consejero.
9. Ten una noche familiar de juegos. En lugar de pasar cada noche viendo la televisión, trata de tener una noche de juegos de mesa. Una noche así con la familia no sólo será una buena oportunidad para pasar tiempo juntos, también ayudará a tus hijos a saber perder, jugar seguiendo las reglas y a pensar estratégicamente.
10. Enséñale habilidades de planeación de proyectos. Como familia, seguro tienes muchos eventos planeados, desde vacaciones familiares hasta visitas a parientes. Mientras te preparas, no dejes a tus hijos fuera de la planeación. Trata cada evento como si fuera un proyecto empresarial, ten sesiones de lluvias de ideas y delega pequeñas tareas a tus hijos.
11. Usa un pizarrón. Una forma divertida de enseñarles a ponerse metas es través de estos pizarrones. Se divertirán cortando fotos y ordenándolas ahí. Además, en el proceso aprenderán cómo visualizar lo que quieren alcanzar.
12. Evita involucrarte. Cuando tu hijo trabaja en un proyecto o actividad puede ser tentador involucrarte y ayudar, especialmente si lo ves con problemas. En lugar de eso considera dar un paso hacia atrás y dejar que haga el trabajo solo. Después de eso pueden revisar los obstáculos y retos que surgieron durante la tarea y pedir ideas sobre cómo podrían haber hecho las cosas diferentes.
13. Encuentra un mentor. Un mentor puede ser un gran ejemplo para tus hijos. Un amigo o miembro de la familia confiable puede ser una opción, especialmente si esa persona ha tenido éxito en un área en la que tu hijo está interesado.
14. Motívalo a leer. Los estudios muestran los beneficios de leer por gusto cuando eres niño. Quienes lo hicieron tuvieron un progreso intelectual mayor en varios temas.
15. Recompensa el pensamiento optimista. El hecho de que el optimismo esté conectado al éxito no debería ser ignorado en tu familia. Recompensa el optimismo, especialmente cuando éste está conectado con intentar alcanzar una meta.
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La experta en finanzas Miranda Marquit afirma: “para enseñar a tus hijos a manejar sus finanzas necesitas permitirles cometer errores. Déjalos que hagan una lista de lo que quieren, luego haz que te digan qué es lo más importante de la lista y motívelos a ahorrar para que se lo compren”. Esto les enseñará lecciones valiosas que los ayudará para toda la vida.
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Fuente: https://www.entrepreneur.com/article/267820

martes, 2 de mayo de 2017

7 principios básicos para la salud financiera de la empresa

Todos estamos de acuerdo en que uno de los requisitos indispensables para el éxito de un negocio es, por supuesto, el correcto manejo del dinero, y eso en realidad no es simplemente llevar bien las cuentas, sino qué tipo de decisiones estamos tomando con respecto al dinero de la empresa. La intención aquí es dejar a un lado las explicaciones complicadas y compartir algunos principios que, si el dueño o administrador de un negocio logra que se conviertan en hábitos, podrán asegurar que el dinero estará manejado correctamente.

Principio #1: La buena mayordomía

Una empresa es como un árbol que se planta; requiere de tiempo y cuidados antes de poder dar frutos. Si comenzamos a podar el árbol cuando aún está pequeño y en crecimiento, lo convertiremos en un “bonsái” (árbol enano), o peor aún, se secará y morirá. En otras palabras, si el dueño de una empresa “extrae” recursos más allá de la capacidad de ésta, pasará una de dos cosas: se quedará enana o morirá. Para que esto no ocurra, el dueño debe verse a sí mismo solamente como el administrador o “mayordomo” de la empresa, o sea, alguien a quien se le encargó su cuidado y que deberá entregar cuentas al verdadero dueño. En mi experiencia, he visto negocios pequeños crecer rápidamente cuando los dueños verdaderamente aplican este principio. ¿Cómo lograr que esta “relación” sea justa? Asignándole al “mayordomo” un salario (y limitarse estrictamente a éste) que se considere justo por su trabajo, pero que también la empresa esté en posición de pagar. Por ejemplo, si el sueldo delimitado son $10,000.00 no deberá disponer ni siquiera de un peso más. No se precipite y compre cosas muy lujosas (especialmente automóviles de uso personal), sólo por que “hay que impresionar a los clientes con una buena imagen”, y tampoco se “cure en salud” pensando que al fin y al cabo son deducibles de impuestos, pues salen “a nombre” de la empresa. Sea paciente y ya habrá tiempo de hacer esos gastos cuando el negocio lo permita, ya que si los hace antes de tiempo, estará “podando” su empresa.

Principio #2: Debe existir equilibrio entre las entradas y las salidas de dinero en una empresa

En términos generales, existen solo dos formas importantes de que entre dinero a la empresa: por una aportación de capital (que puede ser de un inversionista, del apoyo de alguna institución o de un préstamo), o por ingresos derivados de las ventas. Dicho sea de paso, estos últimos son los únicos que verdaderamente la hacen rentable y saludable, pues si no hay ingresos por ventas, cualquier aportación de capital será “echar dinero bueno al malo”. Por otra parte, las salidas de dinero se catalogan en costos (compra de materias primas o de los productos que la empresa revende, etc.), gastos de operación (salarios, renta, etc.), inversiones (en maquinaria, en mobiliario, o en publicidad), y por último, utilidades (lo que haya quedado después de todas las demás salidas). Es primordial respetar esta jerarquía en cuanto a las salidas de dinero, si “tomamos” utilidades y quedamos a deber costos o gastos de operación, solo nos estamos haciendo tontos, pues en realidad no hay tales “utilidades”. Podemos resumirlo de la siguiente manera: no puede salir nada que no haya entrado primero. Los problemas comienzan cuando ponemos más atención a las salidas que a las entradas. Es importante cuidar que no se gaste excesivamente, pero es más importante incrementar los ingresos por ventas.

Principio #3: La ley de la siembra y la cosecha

¿Ha oído usted hablar de la ley de la siembra y la cosecha? Lo que sembremos es lo que habremos de cosechar. Siembre escasamente y cosechará escasamente, siembre con abundancia y cosechará con abundancia. Éste principio guarda mucha relación con los dos anteriores. Como dueño o administrador usted es ejemplo para sus empleados, proveedores y clientes. Por eso, en la medida de las posibilidades de la empresa, siembre en salarios decorosos; siembre al contratar un empleado más, si la actividad así lo demanda, en vez de “negrear” más al que ya tiene; siembre en uno o dos cursos de capacitación al año; siembre en materias primas de buena calidad y en proveedores confiables (aunque no sean los más baratos), siembre en darle un pequeño extra al cliente, siembre en contratar al menos un poco de publicidad. Siembre en asesorarse por profesionales para tomar decisiones de negocio importantes o mejorar su negocio. No trato de decir que debe reinvertir TODAS las utilidades obtenidas (aunque al inicio siempre es aconsejable), pero ponga en práctica esto de sembrar en vez de querer todas las ganancias para usted manteniendo “anémica” a su empresa, y verá los resultados.

Principio #4: No adquiera nada que no sepa exactamente cómo lo va a vender o utilizar

Tristemente me he encontrado con muchas empresas (principalmente aquellas con poco tiempo de haber iniciado), que se echan a cuestas grandes gastos de operación e invierten fuertemente en mobiliario y equipo, pero que no saben todavía cómo o a través de quién van a vender sus productos. Hay quienes primero rentan una oficina “bien ubicada”, se compran un bonito escritorio y una computadora (o red de computadoras) muy potente para llevar la “administración” del negocio, contratan Internet de banda ancha y dos líneas telefónicas (porque estaban de oferta), y tienen un bonito modelo financiero del negocio proyectado a 5 años, pero aún no han tenido ingresos por ventas que signifiquen más de unos cuantos pesos. Entonces, ¿con qué piensan mantener todo eso? Recordemos que los ingresos por ventas son la única forma de que una empresa esté sana. En un caso extremo es preferible empezar (y no sería usted el primero en hacerlo) trabajando desde casa con un teléfono celular, consultando la cuenta de correo gratis en un café Internet y con una buena (y aterrizada) idea de negocios, pero enfocándose primero en conseguir clientes y cerrar ventas, que enfocarse en comprometer el capital de la empresa antes de conseguir el primer pedido. A menos que sea un negocio abierto al público, unas instalaciones bonitas ayudan, pero por sí mismas no consiguen clientes. Aunque si los ingresos por ventas así se lo permiten, entonces adelante, siembre en su empresa. Por favor, evite las “gangas” y ofertas si realmente el negocio no las necesita en este momento. No adquiera cosas innecesarias “sólo” porque son deducibles de impuestos y porque “tenemos IVA a favor”, eso puede que ayude fiscalmente en el corto plazo, pero a la larga es una práctica muy perjudicial. Una cosa más, evite también el socorrido “hágalo usted mismo” con tal de ahorrar. Recuerde que el objetivo de una empresa es ganar dinero vendiendo sus productos o servicios, no ahorrar en costos y gastos. En teoría, las ventas pueden crecer sin límite, pero también en teoría los gastos no pueden llegar sino hasta cero. Por eso, en vez de perder (usted o su personal) excesivo tiempo tratando de aprender a hacer algo que no sabe hacer y que NO tiene porqué saber hacer, mejor páguele un precio razonable a un experto (quien seguramente lo hará mejor y mucho más rápido), y dedique ese tiempo a atender los asuntos de su negocio.

Principio #5: O bien vendido o bien podrido

Este es un dicho popular entre los comerciantes de frutas y vegetales, y significa que nunca debe “malbaratar” los productos o servicios de su empresa, sólo por vender “aunque sea algo”. Si usted no cree en el valor de lo que ofrece, sus clientes tampoco lo harán. Recuerde que de su margen de ganancia es de donde sale para pagar los gastos de operación, para las inversiones en el negocio, y en última instancia, para las utilidades.

Principio #6: Nunca fiar

Una cosa es dar crédito, y otra muy diferente es fiar. Si tenemos la intención de dar crédito a nuestros clientes, antes debemos ver qué tantas posibilidades hay de que no nos paguen (y si la empresa está en posición de asumir ese riesgo), y además debemos contar con alguien que se encargue de la cobranza, dándole “armas” para hacer su trabajo, como pagarés firmados, acuses de recibo, contratos, etcétera (porque es seguro que van a hacer falta). Si no hacemos todo esto, simplemente estamos fiando, y fiar es lo más parecido a regalar nuestro producto o servicio (que por cierto, a nosotros no nos regalaron), y a la que tendremos que dedicar tiempo y dinero para cobrar (y que tal vez alguien más pudo habérnosla comprado de contado); eso nos distraerá de estar vendiendo o atendiendo el negocio. Es un grave error acabar fiando con tal de “vender”. ¡No lo haga! Usted no ha vendido en realidad su producto o servicio si no ha podido cobrar por él.

Principio #7: Tenga siempre una reserva de efectivo

Este es probablemente el principio que requiere de menos explicación: simplemente, los imprevistos ocurren. Aunque esto varía dependiendo del giro y tamaño de la empresa, en general recomiendo que se procure tener COMO MÍNIMO el equivalente a 3 meses de gastos de operación como reserva de efectivo. Y por favor, no los guarde “debajo del colchón”, pregunte a su banco por algún instrumento de inversión acorde a sus necesidades. Uno de los beneficios más importantes de aplicar estos siete principios es que están enfocados a proteger el capital de trabajo del negocio, el cual es como “el aceite” que permite al motor de su empresa funcionar bien y generar ingresos por ventas. Como vemos, no es tan complicado tomar buenas decisiones sobre el manejo del dinero, siempre y cuando se basen en buenas prácticas de negocios. Ahora, le invito a que, con una visión de negocios a largo plazo, medite sobre los 7 principios, y los tenga en cuenta la próxima vez que deba tomar decisiones de dinero en su empresa.

Fuente:http://www.ideasparapymes.com/contenidos/pymes-salud-financiera-principios-administracion.html

sábado, 29 de abril de 2017

¿Cuántas horas tenemos que dormir según nuestra edad?

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Los expertos aseguran que tan importante como las horas de sueño es la calidad del tiempo de descanso por lo que recomiendan mantener un mismo horario para ir a la cama, hacer ejercicio físico y no abusar del alcohol o la cafeína.

Siempre se ha aconsejado dormir ocho horas diarias para poder descansar plenamente. En cambio, un informe publicado por la National Sleep Foundation, instituto de investigación estadounidense ha revelado ahora que las necesidades del sueño dependen de la edad o el estilo de vida. La principal conclusión es que la mayoría de los adultos duermen menos de lo necesario.
El estudio advierte también que las horas de sueño de cada persona dependen de las circunstancias de cada individuo, y añaden que tan importante como las horas de sueño es la calidad del tiempo de descanso por lo que los expertos recomiendan mantener un horario de sueño, hacer ejercicio físico, no abusar del alcohol o la cafeína.
Los expertos de la fundación han creado un patrón de las horas necesarias de sueño según la edad de cada persona. Estos son los resultados:

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Los bebés (4-11 meses): se recomienda que duerman entre 12-15 horas, nunca más de 16 ó 18 horas.
Los niños pequeños (1-2): no es recomendable que duerman menos de 9 horas y más de 15 ó 16.
Los niños en edad preescolar (3-5): entre 10-13 horas.
Los niños en edad escolar (6-13): lo recomendable sería dormir entre 9 y 11 horas.
Los adolescentes (14-17): entre 8 y 10 horas es lo recomendable.
Los adultos jóvenes (18 a 25): entre 7-9 horas al día, no menos de 6 ni más de 10-11.
Los adultos (26-64): entre 7 y 9 horas.
Los adultos mayores (de 65 años): lo saludable es descansar entre 7-8 horas al día.

Fuente: http://www.elcorreo.com/bizkaia/sociedad/201502/13/cuantas-horas-tenemos-dormir-20150212192055.html

martes, 25 de abril de 2017

Los 6 Pasos Para Cambiar De Hábitos De Forma Permanente.

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Tus metas de vida no son tus hábitos

Las audaces metas de vida son fabulosas. Nos enorgullecemos de tenerlas. Pero es posible que esas metas estén diseñadas para distraerte de lo que realmente temes –el cambio en tus hábitos diarios que podría significar una reinvención de cómo te ves a ti mismo. –Seth Godin.
Siempre he pensado que el camino para lograr cualquier meta es como subir una montaña.
Para llegar a la cima, los exploradores no lo hacen de una sola vez, sino que tienen que detenerse. Hacen varias escalas, y disfrutan del camino, cruzando puentes, sintiendo el aire fresco y contemplando el hermoso paisaje.
Los que se atreven a subir requieren de varias herramientas, pero para llegar a la cima, la herramienta más importante es simplemente tomar la decisión de dar el primer paso. Y tú ¿estás listo para dar el primer paso y mejorar tu vida?
El camino para poder llegar al pico más alto de la montaña no es fácil, pero llegar a la meta es posible.  Lo mismo pasa con el proceso para cambiar de hábitos. Dar el primer paso es lo que necesitas para lograr un gran cambio en tu vida.
Pero antes es importante que empieces cambiando tu mente, en estas 2 etapas:
Empieza cambiando tu mente

1.- Mejora La Imagen De Ti Mismo.

Aunque no lo creas, la imagen que las personas tienen de sí mismas y los hábitos que han creado tienen mucha relación entre sí. Por eso al cambiar la imagen, es obvio que los hábitos también lo harán.
Los hábitos son como la ropa que usamos para vestir: los tenemos porque visten nuestra personalidad y participan en nuestra autoimagen.
Cuando de forma consciente y deliberada decidimos comenzar a incorporar nuevos y mejores hábitos nuestra autoimagen abandona los viejos hábitos y transforma la personalidad. Por eso es importante incorporar nuevos hábitos a partir de una nueva imagen personal.
Cree en ti mismo, mejora la percepción que tienes sobre ti. Visualiza la persona que quieres llegar a ser. Aleja los pensamientos de derrota, y declara que SÍ PUEDES LOGRAR UN GRAN CAMBIO.

2.- Piensa Positivo (Pero, Realista).

Los pensamientos tienen mucho poder en el inconsciente; el cual dirige la mayoría de nuestras acciones. El secreto está en cambiar la perspectiva que se tiene de la acción a realizar.
Cuando está por ocurrir un evento positivo en tu vida, como por ejemplo tomar un vuelo con destino a tus vacaciones más esperadas, la mente es tan poderosa que puede lograr hacerte despertar antes de que suene la alarma el día de ese vuelo. Por lo tanto es necesario pensar positivo (pero realista) para que nuestra mente nos dé ese empujón de motivación.
Ahora sí estás listo para comenzar un gran cambio en tu vida, disfruta del camino.

Los 6 Pasos Para Cambiar Hábitos

Cuando empiezas algo nuevo es normal que no sepas por dónde hay que empezar. Generalmente existen  cosas que puedes hacer, cosas que quieres hacer, y cosas que tienes que hacer. Es importante empezar en ese punto: en las cosas que tienes que hacer.
Estos pasos son una guía de lo que tienes que hay que hacer para cambiar de hábitos.  

Paso 1: Identifica Lo Que Quieres Cambiar En Tu Rutina

paso 1 Identifica lo que quieres cambiar

El reconocer qué hábitos me están perjudicando para empezar a cambiar. La mejor forma de darte cuenta de que hábitos son los que quieres cambiar, es escribiéndolos en papel (o digital), es una forma de que no los olvides y que además visualices físicamente fuera de tu cabeza.
Tómate unos días (yo te recomiendo una semana) para ir escribiendo aquellas acciones o actitudes que tú consideres que quieres cambiar. El objetivo de la lista es hacer un análisis global.
Seguramente tienes más de dos cosas que quieres cambiar, y tienes entonces una larga lista. El problema con las listas largas es que NUNCA SE HACEN, son como laberintos de estrés y no se llega a ninguna parte con ellas.
Por eso divide tu lista en varias  listas pequeñas. Por ejemplo toma la lista de 20 cosas a cambiar y divídela en 4 listas de 5 cosas a cambiar. Sí, es verdad que tienes el mismo volumen, pero empezar por una lista pequeña te motiva  porque verás mucho más progreso.  
Si ya tienes esa lista pequeña, cambia las frases en  forma de propósito (escribiendo lo que quieres lograr) y en tiempo presente.
¿Por qué?
Porque es una estrategia para tomar acción en presente, el futuro es incierto pero hoy tenemos el control total para actuar. Por ejemplo:
  • Tomo más refresco que agua”  –> “Hoy tomo suficiente agua”
  • “No hago nada de ejercicio”  –>“Hoy comienzo a hacer ejercicio”
  • “Voy a la oficina sin desayunar” –>“ Hoy desayuno sano antes de salir”



Separa o subraya con algún color los hábitos a cambiar que tengan que ver con hidratación, alimentación y ejercicio.



De momento me estaré enfocando solo en hábitos de alimentación e inicio de ejercicio. Pero recuerda que el método para reemplazar un hábito poco saludable por uno bueno es el mismo para cualquier tipo de hábito.
La lista que acabas de hacer incluye todos esos hábitos que quieres cambiar, por lo tanto ahora son metas. 

Paso 2: Haz Tus Metas ULTRA-ESPECÍFICAS

Paso 2: haz tus metas ultraespecíficas

Hasta este punto, tenemos una lista pequeña de propósitos (metas). Ahora, toma solo una meta de tu lista  con la que quieras empezar.
Trata de ver esa meta como un camino en el cual para llegar requieres metas cortas alcanzables; es decir, convierte cada paso en una meta.
¿Por qué hacer muchas metas en lugar de una grande?
Porque es mucho más fácil alcanzar una meta pequeña que una grande. De hecho una meta bien planteada es la mitad del camino avanzado.
¿Cómo puedo dividir la meta?
Muy fácil, haz tu meta ultra-específica.
Cuando las metas a alcanzar son ULTRA-GENERALES en lugar de ser ULTRA-ESPECÍFICAS, cuesta mucho más lograr el objetivo.
Y ¿qué pasa si no se alcanza la meta?…sentimos una derrota (incluso si logramos un avance) y renunciamos a seguir.
Por eso es tan importante ser ULTRA ESPECÍFICO con las metas
Por ejemplo:
  • “Hoy tomo suficiente agua”
  • “Hoy comienzo a hacer ejercicio”
  • “Hoy desayuno sano”
Son metas excelentes pero NO SON ESPECÍFICAS, hay que profundizar más aún:
  • “Cada dos horas tomo un vaso de agua simple”
  • “Cada día me despierto 15 minutos antes para salir a correr 10 minutos”
  • “Antes de salir de casa tomo un licuado de frutas “
Estas metas son ULTRA-ESPECÍFICAS y lo mejor es que son ALCANZABLES.
Te toca hacer a ti de la lista de hábitos que hiciste en el paso anterior, romperla en metas más pequeñas ULTRA-ESPECÍFICAS. Haz tus metas fáciles.
Si no sabes cómo, estas preguntas pueden ayudarte:
  1. ¿Qué parte específica y simple puedo comenzar a realizar ahora mismo?
  2. ¿Qué acción se me facilitaría más para empezar?
  3. ¿En qué momento del día (hora) estaré realizando esta acción?
De esta forma además de hacer tu meta más alcanzable, estás dando una propuesta de solución para lograr el cambio de hábito.
Recuerda que la meta ultra-específica debe ser alcanzable para ti, esto quiere decir que demasiado fácil de hacer, no importa que sea un pequeño avance, porque es el inicio para dar el segundo paso. Hazla tan fácil que no puedas decir no
Las metas fáciles no dependen de tu motivación diaria, ni requieren de un gran esfuerzo.
Por ejemplo: en vez de empezar con 30 minutos de correr, empieza con sólo 10 minutos de caminata o trote ligero. Luego, una vez establecida la acción, puedes aumentar poco a poco.
¿Con cuántas metas de mi lista debo empezar?
Cada personas es diferente, pero yo te aconsejo que comiences con una meta a la vez. De esta forma tendrás mucha más concentración para lograrla.
Cuando la domines o el esfuerzo para llevarla a cabo disminuya, es momento de proponerte una segunda meta ultra-específica.

Paso 3: Crea Un Plan De Acción

Paso 3: crea un plan de acción

Hasta este punto tenemos: metas ultra-específicas, las cuales fueron escritas contestando las preguntas del paso 2.
Cada persona es diferente y tiene rutinas diferentes, por lo tanto yo no puedo darte la solución a tu problema pero puedo ayudarte a que a diseñar un plan de acción para solucionar el problema.
  • ¿Cuál es el problema? Aquella acción (hábito) que quiero cambiar de mi vida
  • ¿Cuál es la solución? Hacer una propuesta de cambio
  • ¿Cómo?…
¡Muy fácil! Solo diseña tu plan de acción haz tu propia estrategia para lograr esa meta.
Si te fijas esas metas ultra-específicas ya son propuestas de solución a tu problema. Pero no es suficiente.  Ahora tenemos que crear un plan para lograr realizar la acción que nos propusimos.
Por ejemplo:
  • Meta: “Cada seis horas tomo un vaso de agua simple”
  • Plan de acción : Tendré una botella al alcance de mi mano para tomar agua simple”
  • Meta: “Cada día me despierto 15 minutos antes para salir a correr por 10 minutos”
  • Plan de acción: “Preparo la noche anterior mi ropa deportiva para salir a correr 10 minutos por la mañana”
  • Meta :“Antes de salir de casa tomo un licuado de frutas “
  • Plan de acción: “La fruta esta preparada para ser licuada dentro de un envase en la nevera”
Y así para todas tus metas ultra-específicas.
Si te fijas, para diseñar el plan de acción solo hace falta CREATIVIDAD, muchas veces tenemos mucha imaginación para dar excusas, seamos igualmente para lograr la meta.
Piensa en camino que puedas recorrer para alcanzar tu meta.
Te recomiendo que empieces con un solo plan de acción, para un solo hábito y después incrementes la intensidad o el número de hábitos.

Paso 4: Elige Un Recordatorio

Paso 4: elige un recordatorio

En tu vida diaria ya estás haciendo muchos hábitos (buenos o malos), el punto es que esa acción está precedida por un recordatorio, que puede ser una imagen, un sonido, un objeto, etc.
Por ejemplo:
  •  Acción por costumbre:  Antes de salir de casa apago las luces
¿Qué me recuerda hacer esto?
  •  Tomar las llaves de casa
Otro ejemplo:
  •  Acción por costumbre: Como chocolate en la oficina
¿Qué me recuerda hacer esto?
  • Ver los chocolates en mi escritorio
Entonces, para cada acción existe algo que la desencadena. Usamos este mismo principio para incorporar una nueva acción en tu vida.
El recordatorio es esencial para crear nuevos hábitos, si tienes un recordatorio efectivo lograras instaurar un nuevo hábito en tu rutina con mayor facilidad, porque no habrá forma de olvidarlo.
¿Cómo elijo un recordatorio para mis metas ultra-específicas?
Los recordatorios pueden ser acciones que ya estés haciendo por costumbre, o cualquier otra cosa que visualmente te recuerde realizar tu plan de acción.
¿Te acuerdas de los ejemplos anteriores?
  • Meta : “Cada cuatro horas tomo un vaso de agua simple”
  • Plan de acción : Tendré una botella al alcance de mi mano para tomar un vaso de agua simple”
  • Recordatorio:  “Pondré una alarma en el móvil cada cuatro horas”
  • Meta: “Cada día me despierto 15 minutos antes para salir a correr por 10 minutos”
  • Plan de acción: “Preparo la noche anterior m ropa deportiva para salir a correr 10 minutos por la mañana”
  • Recordatorio: “Dejo mis cosas preparadas en la puerta de la habitación para que no pueda salir sin verlas”
  • Meta: “Antes de salir de casa tomaré un batido de frutas “
  • Plan de acción: “La fruta estará preparada para ser licuada dentro de un envase en la nevera”
  • Recordatorio: “Pondré una nota en el espejo del baño para preparar el batido antes de salir”
El objetivo principal de este paso es crear un recordatorio EFECTIVO para que logres realizar la acción y llegues a la meta con mayor facilidad.

Paso 5: Mide Tus Avances Con Tu Cadena De Metas

Descarga tu cadena de metas (gratis)

La única forma de lograr incorporar un hábito a nuestra vida es repetir la acción tantas veces hasta que se vuelva automática. Y para esto se requiere de constancia.
¿Cómo puedo saber si soy constante?
Los humanos tendemos a maximizar las acciones positivas que realizamos y a minimizar las negativas. Esto quiere decir que nuestro cerebro nos engaña y no somos objetivos para evaluarnos a nosotros mismos.
La mejor forma para saber si estamos avanzando es registrándolo. Porque además podremos recordar todo lo que hemos hecho a lo largo del tiempo.
¿En dónde puedo registrarlo?
  1. Pégala en un lugar visible
  2. Registra cada día si cumpliste con la meta marcando con un marcador  un acierto  y con una cruz si no la cumpliste*
* Es importante además de la cruz, escribir cuál fue el motivo que te impidió cumplir la meta ese día.
Yo utilizo este método y quiero compartirlo contigo porque a mí me ha dado muy buenos resultados. Ponte a prueba a ti mismo y sé honesto.
Al final del mes tendrás una “fotografía” mensual del avance que lograste diario.
¿Por qué se llama CADENA DE METAS?
El único objetivo es no romper la cadena de aciertos; es decir, acumular la mayor cantidad de días realizando la meta, para que entonces sea más rápido incorporar el hábito.
Sé honesto contigo mismo, porque una vez que identifiques todos los obstáculos que te impiden realizar la acción será mucho más fácil superarlos.
¿Cómo puedo superar los obstáculos que me impiden realizar mi meta específica?
Haciendo un plan de acción adicional para esa meta.
Esta estrategia parece simple, pero es muy efectiva para ver resultados en poco tiempo, además de que es una forma darle continuidad al hábito, de incorporarlo más rápido y de monitorear el avance.
No te preocupes si un día fallas en lograr la meta. Somos humanos y es normal fallar, pero lo importante es seguir adelante después de esa falla.
Es importante no fallar dos días seguidos, porque de no ser así, ser constante nuevamente será más difícil y el hábito no se establecerá en tu rutina. 
Para ver tu avance diario y ver si eres constante o no, tienes que usar tu plantilla (cadena de metas).
Pero para visualizar tu avance mes con mes puedes usar: la gráfica en red. 
¿En qué consiste?
Para monitorear tu progreso general mes por mes la gráfica en forma de red te ayuda a ver de forma visual tu avance. 
La gráfica está en una hoja de excel, de tal forma que cualquiera puede usarla. Es muy simple aquí te explico cómo:
  1. Al terminar el mes cuenta el número de aciertos (días cumplidos de la acción que te propusiste a realizar)
  2. Escribe el número de aciertos dentro de la celda
  3. Verifica cuánto avanzaste, el máximo es 31 días, si tu solo acertaste en realizar la acción 22 días ese será tu máximo.
  4. Repite el procedimiento el mes siguiente y verás visualmente cuanto has avanzado

Paso 6: Festeja Tus Avances

Paso 6: festeja tus avances

Ahora ya sabes los pasos para lograr hacer el proceso completo:
  1. Recordar
  2. Realizar el plan de acción
  3. Cumplir la meta ultra-especifica TODOS LOS DÍAS
  4. Aquí falta algo ¿no crees?… 
¡Festeja tus avances!
Cuando lo logres realizar correctamente tu acción diaria, dedícate inmediatamente después un aplauso, una sonrisa o unas palabras a ti mismo.
Aunque no lo parezca es importante, necesitas una recompensa positiva para volver a hacerlo. Esto aumenta la confianza en ti mismo y mantiene la motivación para seguir siendo constante.
Algunas acciones generan por sí mismas una recompensa positiva, cualquier hábito saludable la tiene. Sin embargo, ¿por qué no elegir una recompensa efectiva?
Al terminar el ejercicio, nos sentimos agotados y al principio pareciera que no es una recompensa positiva (aunque a corto y largo plazo el ejercicio tiene beneficios increíbles). Una forma de recompensarte a ti mismo el esfuerzo es tomar una ducha, esa sensación refrescante seguramente te dará una buena recompensa posterior al ejercicio.
Es importante saber que las recompensas sean coherentes con la meta a cumplir.
No olvides el motivo por el que te propusiste mejorar tus hábitos. Si el motivo principal fue para mejorar tu salud, la recompensa no puede ser algo que sea contradictorio como comer un paquete de galletas de chocolate después de correr.
Y tú, ¿qué hábitos vas a empezar a cambiar hoy?, escribe tu respuesta en los comentarios
los 6 pasos para cambiar de habitos
Fuente: https://habitualmente.com/pasos-para-cambiar-de-habitos/

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