7 Signos De Grandeza

                      

Todo el mundo habla de gente grandiosa.

Escuchamos decir a la gente cosas como, “Oh, Albert Einstein fue un gran hombre” o “Steve Jobs es un gran Gerente”.

Todo esto hasta el punto de que nos convencemos de que existe algo especial o grandioso respecto a la gente que se encuentra en posiciones de liderazgo.

Pero muchos de nosotros –Quizás el 99.9%– nunca logrará una posición de liderazgo significativa, como por ejemplo estar a cargo de la presidencia de un país, o de un banco, o de una corporación multi-billonaria.

Y casi siempre cuando escuchamos personas que poseen grandeza de alguna manera u otra, por lo regular son personas conocidas y reconocidas. Generalmente figuras históricas, inventores y en general gente que ha cambiado el curso de la historia de alguna manera importante.

A estas personas se les atribuye la etiqueta de “grandes”.

Considero personalmente sin embargo, que esto no está del todo bien. Pienso que tú puedes ser igual o más grandioso que cualquiera de estos personajes. En ti está el potencial para ser un gran ser humano justo como lo han sido quienes han sido considerados dotados de grandeza.

La única diferencia podría llegar a ser la escala de tus logros, lo cual realmente no importa si se evalúa objetivamente a una persona.

Realmente, la grandeza consiste en ciertos aspectos de nuestro carácter y disposición hacia el mundo. Es esta un conjunto de elementos que forjan una personalidad y forma de ser de acero inoxidable que ni las más atroces adversidades pueden malear.

A continuación quisiera mencionar los que considero, los 7 signos de grandeza.

1. Habilidades

Cada persona es “grande” porque es buena en algo. Sin embargo, sólo porque seas bueno en algo, no significa, no quiere decir que seas una grandiosa persona. Los verdaderos personajes grandiosos de la historia fueron primero que todo, grandiosos en lo que hacían, debido a sus habilidades y talentos.

Recuerda que el talento es algo que cualquiera de nosotros puede desarrollar y que no se nace con el.

                         

Si quieres gozar de grandeza, pero aún no eres increíblemente bueno en algo, empieza por ahí, por refinar tus habilidades.

2. Integridad

Cada individuo “grande” goza de integridad. Esto significa que estas personas actúan como deciden actuar y piensan libremente. Generalmente ellos son quienes definen lo que quieren hacer con sus vidas y se apegan a sus convicciones.

La integridad requiere que te levantes y avances conforme lo indiquen tus creencias, incluso si van en contra de las de los demás y generan oposición de alguna manera.

3. Ambición

Creo que no hace falta recordarte que la ambición no es mala. Ser ambicioso significa fijarse grandes metas y altos estándares por cumplir — y tomar la acción necesaria para llegar a ellos. La cuestión interesante aquí, es que debes asegurarte de que tu ambición te sirva como escalera hacia el éxito, como factor potenciador y motivador de tus logros.

No deberías dejarte llevar al extremo por la ambición ni dejar que esta se convierta en avaricia o codicia, realmente la ambición, aunque no sólo se trate del tema monetario, tiene que ver es con querer ser mejor y vivir una mejor vida.

4. Persistencia

Los grandes no se dejan desmotivar por sus fracasos. En vez de eso, consideran las fallas y las decaídas como un incentivo para intentarlo mucho más fuertemente. Existen montones de ejemplos sobre personas que han logrado ser grandes persistiendo. Thomas Alba Edison es uno de los principales, pues técnicamente falló cientos de veces en la creación del bombillo, hasta que finalmente llegó a la solución.

Eventualmente cambió el mundo como se conocía, y todo porque siguió persistiendo hasta que logró su propósito. No dejes que un camino difícil te deprima y te impida continuar. Sigue trabajando y llega la meta que te has propuesto con convicción.

5. Acción

La gente grande, es gente de acción. Estas no son personas que se sientan a esperar que pase el tiempo, a ver como cambia el mundo y a leer el periódico. Son personas que actúan. Desarrollan sus habilidades con constante práctica. Todo el tiempo se les ve haciendo cosas y pasan realmente muy poco tiempo planeando (recuerda la comparación Planear vs. Actuar) o preocupándose por las situaciones.

Volviendo a Edison, a él se le ocurrieron más de 100 maneras de crear un bombillo. En teoría todas debieron funcionar. Pero no fue sino hasta que probó una por una, que se dio cuenta que planear sin actuar no funciona. Y que únicamente mediante la acción, es que se llega a las soluciones. Eventualmente consiguió la estrategia ganadora para la creación de bombillas, sin embargo esto no hubiese sido posible, si todo se hubiese quedado en papel.

6. Introspectiva

En la vida de cada gran hombre, hubo otro que en cierto momento fue mucho mejor que él. Estas mejores personas, hacen parecer a los grandes hombres inferiores, ya sea por sus habilidades, intelecto, pasiones, ambiciones, planeamiento… etc. Sin embargo, el hombre grandioso eventualmente superó a quien era mejor que él, precisamente por su introspectiva. Generalmente las personas que se consideran grandes o mejores que otras a sí mismos tienden a exagerar y esto paradójicamente los lleva a estados de mediocridad al punto de que no llegan a ser reconocidos por nadie.

Luego de mejorar, cada gran hombre no se detiene en su camino. Por el contrario, busca la manera de preguntarse “¿Qué puedo mejorar ahora?”. Este es el camino del Desarrollo Personal. El mejoramiento continuo, aquél que busca hacer de nosotros cada vez más, personas dotadas de grandeza, acentuando de esta manera nuestras fortalezas y minimizando nuestras debilidades.

La introspectiva consiste en ser capaz de aceptar la auto-crítica. Aceptar que podemos estar en un estado mucho más favorable, y de que nos falta todavía camino por recorrer para ser mejor y ser grande.

                       

7. Motivación

Cada gran persona tiene su motivación para hacer lo que hace. Es lo que les permite levantarse en la mañana y tomar acción independientemente de las adversidades. Es lo que les permite querer mejorar. Es aquello que además, les brinda horas y horas de práctica y refinamiento de sus habilidades. De hecho, es lo que los hace grandes en primer lugar.

Ellos tienen un “Por Qué”. Una pasión, un deseo ardiente que los lleva a realizar lo necesario para convertir su sueño de grandeza en una realidad.

Mucha gente quiere ser grande sin saber por qué ni para qué. ¿Es el dinero lo que te motiva para ser grande? ¿Es el legado y las enseñanzas que vas a dejar? ¿Es por tu propia autoestima que lo haces?

Encuentra tus “Por Qué”s y luego aprovéchalos. Úsalos para convertirte en alguien grande, y no sólo alguien grande en habilidades, sin también en la vida.

Fuente: http://www.sebascelis.com/7-signos-de-grandeza/

Conocéte a ti mismo (diferencias entre ego y Ser)

                   

“Conocerte a ti mismo” significa realmente ir más allá de la falsa identidad o ego y recordar quién eres en verdad. Entonces pones fin a todo miedo o duda y puedes asegurar:

                     

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YO SOY el camino, la verdad y la vida

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Para declarar esta bella sentencia sin auto-engaños, debemos estar seguros que la vivenciamos desde nuestro Ser (o Cristo Interior) y no que algún reducto del ego es quien se atreve a pronunciarla. 

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Para ello, veamos algunas diferencias entre la consciencia del ego (o “yo”) y la de nuestro Ser Interior:

1. En el Ser no pretendemos nada; nos domina una paz profunda o ausencia de cualquier tipo de deseo o inquietud.
   El ego nunca está conforme con lo que es, tal como es. Es dominado por sus deseos visibles u ocultos hasta para si mismo.
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2. En el Ser estamos alegres en toda circunstancia, incluso si es dolorosa.
   El ego sufre por todo… incluso porque sufre.
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3. En el Ser sentimos profunda gratitud continua por todo, sin necesidad que medien motivos.
   El ego puede agradecer externamente por educación o conveniencia, pero no lo siente en lo hondo.
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4. El ego actúa (o deja de actuar) de acuerdo a lo que ha aprendido del ejemplo de los demás, de las costumbres, ritos, hábitos, estudios académicos o empíricos, creencias, etc. Planifica
   En el Ser simplemente actuamos espontáneamente ante cada circunstancia que se presenta.
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5. El ego es impulsivo y reactivo por lo que está sujeto al ciclo maniaco-depresivo:  tensión o estrés->cansancio o extenuación->depresión->impulso o reacción->estrés…
   En el ser actuamos muy activamente cuando es necesario, manteniendo una profunda relajación (o tensión según se requiera), pero no hay reacciones impulsivas que provoquen el ciclo mencionado.
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6. El ego aparenta tranquilidad cuando “así conviene”, pero hay zozobra interior.En el Ser estamos realmente serenos… siempre (aunque estemos en medio de una actividad vertiginosa).
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7. El ego requiere motivación o busca beneficios para actuar.
   En el Ser no buscamos ni necesitamos motivos para actuar o dejar de hacerlo.
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8. En el Ser vivimos de momento en momento, conscientes del instante eterno que es Ahora. Nos ocupamos en vez de preocuparnos. Utilizamos el pensamiento sólo cuando realmente se requiere (muy poco ya que la mayor de las veces practicamos la forma más elevada de pensar: NO-pensar).
   El ego sueña en el tiempo, clasifica todo suceso en pasado, presente y futuro. Hay resentimiento o nostalgia (por el pasado) y preocupación (por el futuro), lo que genera un diálogo mental continuo, desgastante, compulsivo, obsesivo e involuntario.
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9. En el Ser nos sentimos completos. Ya estamos realizados; no hay nada que lograr para ser.
   El ego necesita completarse, siente que si obtiene esto o aquello estará mejor o se sentirá realizado.
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10. El ego vive aparentando, incluso auto-engañándose hasta caer en la mitomanía.
    En el Ser no hay necesidad de aparentar nada ante nadie y mucho menos ante uno mismo.
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11. De hecho, en el Ser nos sabemos y sentimos como parte del Todo, la UNIDAD no es una idea sino una vivencia continúa y muy real. Desaparece toda idea de un “yo” y por lo tanto no hay “tú”. Tampoco hay noción de “nosotros y ellos”. Todos somos un sólo Ser, experimentando la consciencia a través de  formas diferentes.
    Ego significa “yo” y por lo tanto existe algo que “no soy yo”, de quien debo sacar provecho o protegerme para que no saque provecho de mi. O bien si “yo soy bueno”, entonces: “ese otro” es alguien a quien debo ayudar o proteger.
12. El ego puede ser muy bueno… o muy malo… consigo mismo o con “los demás”.
    En el Ser los conceptos de bien y mal carecen de significado.
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13. En su intento por mejorar la vida, el ego genera fricción y desgaste consigo mismo y “los demás”. Esto es causa de enfermedades, la vejez y la muerte.
    Cuando nos ubicamos en la consciencia de sólo Ser, todo es perfecto tal como es. Fluimos con el ritmo natural de al vida libre en su movimiento.
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14. Todo es novedoso para nuestro Ser, hasta la tareas rutinarias repetidas por años y años.
    El ego termina aburriéndose con todo, hasta con lo que más adoraba o deseaba antes.
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15. El Ser comprende al Ser y al ego. No juzga nada, es sensible y atento con su forma individual y con el resto de las formas que componen el Todo que se le presentan.
    El ego no se comprende ni a sí mismo. Se juzga, se condena, se castiga y también a “los demás”. Es insensible e inatento (porque la atención se consume en estar siempre esperando algo que no está aquí ni ahora).
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16. Miedo, ira, tristeza son padecimientos emocionales del ego. Y en su infructuoso intento por evitarlos condiciona sus relaciones con “los demás” y hasta consigo mismo.
    Cuando en realidad ya somos amor, paz y alegría. Sólo hay que darnos cuenta de ello para permitirnos dar y recibir Amor Incondicional sin ningún esfuerzo.
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17. Pérdidas y ganancias pertenecen al mundo psicológico del ego. La ley de acción y consecuencia (karma) rige los quehaceres del ego en el tiempo.
    Al simplemente Ser, nada hay qué perder o ganar, nuestra experiencia ya es un triunfo continuo como sea que venga (nos guía el Dharma). Fuera del tiempo (en el Ser) toda acción es comprendida y ejecutada instantáneamente como no-acción o no-hacer.
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18. La intuición o corazonadas (también llamadas “la voz del silencio” porque no hay pensamientos) nos rigen permanentemente cuando simplemente somos. Así nunca hay error, sólo certezas.
    La razón o lógica es casi la única herramienta que conoce y utiliza el ego, sumergiéndose en el tremendo batallar de las antítesis y confusión. De ahí al error casi continuo. Y cuando llega a hacer uso de la intuición lo hace para sus fines egoístas, por lo que al final falla también.
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19. La consciencia está despierta en el Ser. La atención plena (la aceptación de lo que es tal como es)  es natural cuando simplemente somos sin pretender o desear nada. Estamos plenamente presentes.
    Y profundamente dormida en el ego, es decir: cuando deseamos esto o aquello, cuando no aceptamos lo que es, tal como es y pretendemos que sea diferente. Estamos completamente ausentes..
20. Al no existir deseo, comprendemos nuestra inherente Libertad y Responsabilidad al simplemente Ser.El ego no puede ser libre ni responsable en medio de sus deseos continuos de protección, que lo hacen insensible ante sí mismo y ante “los demás”.
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21. Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera, como es Dios yo soy. Todo tiene su dualidad u opuesto complementario: luz-oscuridad, frío-caliente, bien-mal, masculino-femenino, Ying-Yang, El todo y la nada. El ego y el Ser.
    ¿Arriba y abajo? ¿Dentro y fuera? ¿Dios y “yo”?. Hay un sólo Ser sin fronteras ni límites. Es Todo y Nada a la vez. Los opuestos existen y a la vez no (por ej.: No hay ego y Ser sino sólo una transformación de la Consciencia -y la percepción- en un sentido u otro). La división entre lo relativo y lo absoluto es la última ilusión que se funde en la (to)Talidad.

Gracioso es hacer una lista como esta, pues sólo es necesaria para que el ego reconozca y acepte las limitaciones de su falsa identidad. Para que acepte renunciar a sí mismo y permitir así que despierte la consciencia del Ser.

Sólo se requiere para que la falsa idea de sí mismo se transforme en el real recuerdo de sí (de Ser), es decir: para auto-reconocernos como lo que realmente somos. Y es que una vez que hemos despertado, la lista es innecesaria.

Fuente:https://4aguila.wordpress.com/2012/08/30/conocete-a-ti-mismo-diferencias-entre-ego-y-ser/

¿Es malo tener mucho ego?

¿QUÉ ES? ¿POR QUÉ EXISTE EL EGO? ¿DE DONDE  VIENE?

El ser humano es la única criatura, entre todas las del mundo, que tiene libre albedrío.

Ningún otro ser conocido tiene ese privilegio.

Solo el hombre tiene la capacidad para hacer algo distinto de su vida sin hacer caso a las condiciones ambientales, ni a sus instintos. Puede elegir  y en eso radica su grandeza.

Tiene  poder y libertad para usarlo.

 Hoy  es o hace  algo, mañana puede decidir ser o hacer algo distinto, tiene el privilegio de elegir ser igual o distinto a los demás.

Pero ese atributo, necesariamente,  tuvo que venir acompañado de una nueva cualidad en él.

Esa cualidad es la capacidad de aislarse de los otros seres de su entorno y proclamar su  individualidad. Sin esa nueva característica el libre albedrío no tiene razón de ser.

¿Cómo alguien  puede elegir ser diferente a los demás, si es todos y todos son el mismo?

Una abeja,  una hormiga, una termita, no necesitan  de un ego porque no tienen libre albedrío.

Cuando se nos concedió el libre albedrío, también se nos entrego  el ego.

El libre albedrío y el ego son las dos caras de una misma moneda. Una viene siempre acompañada de la otra.

¿POR QUÉ LO TENEMOS? ¿ES NECESARIO?

El ego es un instrumento que nos da perspectiva, nos aleja de las demás personas  y nos brinda un espacio propio donde crear nuestro  mundo y hacer lo que en verdad deseemos con nuestra vida. Por tanto, el ego es una cosa que necesitamos mientras estemos en este mundo.

¿ES REAL O FALSO?

Para la psicología el ego es aquella entidad psíquica por la cual una persona  es consciente de su propia identidad  y se reconoce como yo.

Los místicos creemos que existe un “YO” superior (con mayúsculas), que se encuentra mas allá de la mente, el intelecto y los pensamientos,  al que llamamos nuestro verdadero ser y que es consciencia pura.

También existe un “yo” (con minúsculas) que usamos para interactuar con las demás personas, al que llamamos ego.

El ego es tan real como tu documento de identificación personal. El documento te identifica, pero no eres tú. Puedes quemar, romper o perder ese documento y tú seguirás existiendo.

El ego no es algo real, en el sentido de que no es tu verdadera realidad, tu verdadero ser.

Entonces el ego es una cosa, una creación y si lo utilizas como tal no hay ningún problema.

Y por cierto, es algo que tampoco necesitaras cuando mueras.

¿ES MALO?  ¿ES BUENO?

Antes de contestar permítete hacerte una pregunta ¿Un cuchillo es malo o bueno?

Si respondes que es malo, estas equivocado; si respondes que es bueno; también lo estas.

 Sí, lo se,  tienes en los labios una tercera respuesta y es que el cuchillo es a la vez las dos cosas, es bueno y también malo. Si esa es tu respuesta, lo siento, pero  también es equivocada. ¿Cómo?

Perdona el enredo y no, no pretendo burlarme de ti, solo ilustrarte con la mayor claridad posible.

Las respuestas son equivocadas porque tienen una falla de origen y esa falla es la pregunta.

Las cosas en sí mismas, no son malas ni buenas, solo son.

Todas las cosas son posibles  instrumentos para el hombre.

Lo bueno o lo malo de algo no provienen de ella misma sino del hombre que lo utiliza.

Si el cuchillo es usado por un gran chef, este se vuelve una herramienta maravillosa. 

Por el contrario, si el cuchillo es usado por un asesino este se transforma en un instrumento de maldad, en un arma mortal.

Por lo tanto, toda pregunta sobre si el ego es malo o bueno ha condenado a sus posibles respuestas al error.

El ego no es una cosa buena o mala en sí misma, sino  algo que deberías usar para desenvolverte en el mundo.

¿COMO ES QUE LLEGA A POSEERNOS EL EGO?

Cuando hipnotizados por el mundo material nos alejamos  de nuestro “YO” real hasta desconectarnos completamente de él; caemos en el vacío espiritual y esto nos arrastra a identificamos totalmente con el ego. En ese momento perdemos nuestro estado de gracia y nuestra vida queda expuesta  al sufrimiento.
Vulnerables y confundidos, abandonamos el control de nuestra mente,  se produce un golpe de estado en ella  y el ego se alza como el nuevo tirano al que debemos servir.

Entonces el problema no es  poseer un ego, el verdadero problema es que hemos dejado que el ego  se apodere de nosotros, que nos posea y se vuelva nuestro amo. 
Y esa es la verdadera tragedia, la verdadera causa de la desgracia de una persona y de toda la humanidad.

Fuente:http://www.cuidadodelasalud.com/e-cc/iii-cg/5-es/es-malo-tener-mucho-ego/
http://elmaestrodelafelicidad.blogspot.mx/2013/03/el-ego-primera-parte.html