Los padres, los profesionales y muchas otras personas están muy preocupados por el número creciente de niños y adolescentes que perecen a causa de las armas de fuego. Las siguientes estadísticas han sido tomadas del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades y el Centro para la Prevención de Violencia con Armas de Fuego:
- En el 1998, más de 10 niños y adolescentes, menores de 19 años, murieron diariamente y su muerte se debió a heridas causadas por armas de fuego. Muchos más fueron heridos.
- En el 1998, al 77% de los jóvenes de 13-19 años los mataron con un arma de fuego.
- Hoy en día, en aproximadamente el 39% de todas las casas en los Estados Unidos se mantiene un arma de fuego y en el 24% se tiene un arma de mano.
- Desde el 1993 hasta el 1997, un promedio anual de 1,409 niños y adolescentes se suicidaron con armas de fuego.
- Las armas de fuego que se mantienen en las casas para protección tienen 22 veces mayor probabilidad de matar a un miembro de la familia o a un amigo que el ser usadas para matar en defensa propia.
No podemos hacer a los niños y adolescentes a prueba de balas. A los niños les gusta jugar y estar activos. Los adolescentes son curiosos e impulsivos. Tales características saludables, cuando se combinan con las armas de fuego, pueden causar la muerte.
La mejor manera de proteger a los niños contra la violencia de las armas de fuego es sacándolas todas de la casa. Si se tienen armas de fuego en la casa, siempre van a haber peligros. Las precauciones siguientes son cruciales para reducir el peligro:
- Guarde las armas de fuego, sin balas y desamartilladas, en un envase cerrado con llave. Sólo los padres deben de saber dónde se guarda el envase.
- Guarde las balas por separado de las armas y también bajo llave.
- Para los revólveres, ponga un candado alrededor de la barra superior para prevenir que pueda cerrarse el cilindro, o use un candado de gatillo; para las pistolas, use un candado de gatillo.
- Cuando esté limpiando un arma de fuego o la tenga en sus manos por cualquier razón, nunca la deje desatendida ni por un segundo; debe mantenerla a la vista en todo momento.
Aun cuando los padres no posean un arma de fuego, deben siempre preguntarle a otros padres en otros lugares donde van a jugar los hijos, para asegurarse que ellos han tomado todas las medidas de seguridad. En un estudio de disparos accidentales hiriendo a niños menores de 16 años se encontró que un 40% de los disparos ocurrieron en casas de amigos o parientes. Las tragedias ocurrieron con mayor frecuencia cuando los niños no estaban siendo supervisados.
El riesgo de violencia aumenta rápidamente cuando los jóvenes toman bebidas alcohólicas y hay armas de fuego disponibles. En un estudio de suicidio juvenil, las víctimas que se suicidaron con armas de fuego tenían una probabilidad cinco veces mayor de haber estado bebiendo que las que usaron otros medios. En un estudio de muertes asociadas con armas de fuego en la familia, casi el 90% de los atacantes y de las víctimas habían estado tomando bebidas alcohólicas o usando drogas antes de los homicidios.
El niño americano promedio presencia un número creciente de actos de violencia cada día en la televisión, en el cine y mediante los juegos en las computadoras. La mayor parte de éstos involucran armas de fuego. Los niños a menudo imitan lo que ven y se vuelven más agresivos después de ver mucha violencia en la televisión, en el cine, y/o en juegos violentos de videos en la computadora o en las galerías de juegos. Los padres deben de ayudar a proteger a sus niños de los efectos de la violencia en los medios. Por ejemplo, ellos pueden ver programas en la televisión, películas y videos junto a los hijos, racionar la televisión, y expresar su desaprobación frente a los niños cuando vean episodios violentos diciendo que ésa no es la mejor forma de resolver los conflictos.
Los niños y los adolescentes con problemas emocionales o del comportamiento corren un mayor riesgo de usar armas de fuego contra otros o contra sí mismos. Los padres que se preocupan porque su hijo es demasiado agresivo o tiene un desorden emocional pueden desear conseguir una evaluación por un siquiatra de niños y adolescentes o por otro profesional de la salud mental titulado.
¿Qué debo enseñarle a mi hijo sobre seguridad relacionada a las armas?
Incluso si no posee un arma, es probable que alguien que conozca tenga una. En los Estados Unidos, alrededor de un tercio de las familias con hijos menores de 12 años de edad tienen un arma en casa. Antes de que su hijo visite la casa de un amigo, familiar o un cuidador, pregúnteles a los adultos de la casa si hay armas en la residencia. De ser así, pregúnteles si el arma está descargada y guardada correctamente. Esta puede parecer una conversación incómoda, pero es importante poner la seguridad de su hijo por delante.
Hable frecuentemente con sus hijos sobre qué hacer si se encuentran un arma, sin importar si están seguros de si es real o un juguete. Enséñeles a recordar estas palabras y acciones si ven un arma:
- ¡Detente!
- ¡No la toques!
- ¡Aléjate!
- ¡Infórmale a un adulto!
Asegúrese de que sus hijos sepan que es muy importante abandonar el área en la que se encuentra el arma de manera que no puedan ser heridos accidentalmente por alguien más.
¿Qué debo hacer para proteger a mi familia de lesiones si poseo un arma?
Los niños son curiosos por naturaleza, y les gusta explorar. Si hay un arma en su casa, no será suficiente solo esconderla. Manténgala descargada y guardada correctamente. Las balas deben guardarse bajo llave en una ubicación separada. Asegúrese de que las llaves solo estén disponibles para adultos responsables. El arma y las balas deben almacenarse fuera del alcance de sus hijos y sus amigos. Además, mantenga el arma y las balas alejadas de familiares que estén deprimidos, que sean abusivos, que abusen de las drogas (incluyendo el alcohol) o que tengan el mal de Alzheimer. Cuando esté manejando o limpiando un arma nunca la deja desatendida.
¿Qué hay de las armas de juguete y las armas en videojuegos, programas de televisión o películas?
Los niños que juegan videojuegos o ven programas de televisión y películas violentas pueden tener problemas para entender que la violencia en la vida real en verdad lastima a la gente. Algunos padres elijen no permitir a sus hijos ver programas de televisión violentos, jugar videojuegos que involucran a un jugador lastimando a otro o jugar con juguetes que representan armas.
Más allá de si toma o no esta decisión particular, es importante hablar con sus hijos sobre la diferencia entre la violencia real y la violencia en televisión y en juegos y películas. Recuerde que incluso si usted no permite a sus hijos tener armas de juguete, sus amigos podrían tenerlas. Explíqueles a sus hijos que en la vida real, las armas pueden matar a la gente.
Las armas y los suicidios entre adolescentes
Estudios muestran que en el 40% de los suicidios de adolescentes se utilizan armas. Tener un arma en casa incrementa el riesgo de suicidio de un adolescente. Los adolescentes que están enojados o deprimidos son más propensos a hacerse daño o matarse si tienen fácil acceso a un arma. Además, lo adolescentes a menudo actúan sin pensar primero. Es preferible no tener un arma en casa si alguien que reside ahí padece de depresión, tiene problemas o tiene pensamientos suicidas.
Fuente:https://www.aacap.org/AACAP/Families_and_Youth/Facts_for_Families/Facts_for_Families_Pages/Spanish/Los_Ninos_y_las_Armas_de_Fuego_37.aspx